Terapia de Ondas de Choque
Las ondas de choque están basadas en los sistemas de litotricia. Se trata de una terapia de aparición reciente que consiste en la aplicación de ondas sonoras de alta velocidad. Se aplican de 1 a 4 ondas por segundo en un líquido que las transmite en una sola dirección a través de un cabezal que no deja que se dispersen en todas las direcciones y al mismo tiempo las focaliza en la salida.
Al igual que en los equipos de ultrasonidos, se interpone entre el cabezal aplicador y la piel de la zona afecta un gel que favorece la conducción de la onda. Los tejidos orgánicos se verán así sometidos a una onda intensa y deformante, que avanzará hasta ser amortiguada. La profundidad a la que llega la onda será de hasta 12 centímetros (en los equipos focales) y de 3 a 5 centímetros (en los equipos radiales).
Las ondas de choque producirán daños celulares y tisulares llegando a producir hasta la rotura de los tejidos. Esto provocará una respuesta inflamatoria que posteriormente producirá la reparación y reconstrucción de los tejidos dañados. Las sesiones se espaciarán para que la respuesta reparadora tenga su tiempo para hacer efecto.
Tipos de equipos de ondas de choque
- Focales: llegan a más profundidad pero producen más dolor, puede aplicarse anestesia para aliviar este dolor.
- Radiales: alcanzan menos profundidad pero producen menos molestias.
Efectividad:
La terapia de ondas de choque es efectiva en el 90% de los casos.
Aplicaciones de las ondas de choque:
- Dolor crónico: lumbalgia, hombro doloroso, epicondilitis, puntos gatillo…
- Calcificaciones, fracturas y tendinitis: fascitis plantar, espolón calcáneo, hombro congelado, artrosis, aquilodinia…
- Para regenerar tejidos blandos: esguinces, distensiones musculares…
- Para el retardo en la consolidación ósea
Ventajas:
No invasiva, sin drogas, rápida, sin dolor y sin efectos secundarios.